“Amanecí media desinflada”, respondió ayer doña Roxie Blen, propietaria del subcampeón Herediano.
La señora del “Team florense” no pudo esconder su desazón. Reconoce que durmió mal y que le preocupa mucho la actitud que tomaron algunos aficionados de su equipo.
También se lanza al análisis para encontrar la razón de la debacle florense, en el segundo tiempo del juego de ida de la final.
“Nos afectó mucho el penal y luego de ahí los muchachos se derrumbaron”, dijo Blen en tono de voz pausado, que evidenciaba cierto dolor. “No pude dormir bien, pero yo estoy triste por la afición. También me dolió por mí, pero más por la gente y por todo el equipo”.
Con su hijo Mario Sotela, propietario de Liberia Mía, doña Roxie tuvo un encuentro breve tras el título pampero. Tal vez había poco que decir. “Hablé con Mario al final. ¿Qué iba a decirle? Él ha luchado al igual que yo, lo felicité y él me dijo: ‘Mamá, esto es el fútbol, tiene que estar tranquila’. Él me calmó un poco, porque yo estaba muy triste”.
Igual de triste se muestra por el comportamiento de algunos heredianos, quienes frustrados atizaron el desorden en la final.
“Vamos a reforzar la seguridad y le pedimos a todos los equipos que lo hagan. Las mallas que intentaron botar, todas son nuevas, pero hay gente que es destructora. Incluso, algunas personas se metieron donde estaba yo en el palco, tuve que salir con mi familia. Querían apedrear a los jugadores del Herediano”.
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