Heredia. “Vamos a pasar, con seguridad te digo”.
Eso es lo único que le pasa por la mente al entrenador rojiamarillo, Salvador Ragusa.
Él aún no sabe qué fue lo que pasó en el juego de ida (3-1), todavía busca la razón de por qué su equipo se cayó en el Puerto, en los últimos 20 minutos, y está a punto de naufragar su ilusión de alcanzar el ansiado título.
Su angustia, o enojo, es evidente en sus comentarios. Cruzar palabras con el estratega se vuelve algo complicado, porque al recordarle lo sucedido en el juego, se altera fácilmente.
“Era un partido controlado, después hicieron un tiro libre y ahí el equipo se desinfló, no sé por qué. No nos crearon una opción de gol en 65 minutos, eso es lo que no me explico. No nos pueden hacer un gol y venirnos abajo así, estamosjugando una final” declaró bastante alterado el técnico argentino.
El problema del Herediano parece que va más allá de la capacidad futbolística. ¿Es algo mental? Después del primer gol, se notó el nerviosismo en sus jugadores, y para muestra el segundo tanto.
“¡Es lo que estoy trabajando desde que llegué! Tenemos que jugar el partido de vuelta, es un rival díficil. ¡Pero vamos a pasar, no nos vamos a quedar en el camino!”expresó eufórico Ragusa.
En medio de la euforia que les deparó el convincente triunfo de 3-1 el miércoles ante Herediano, en Puntarenas hay preocupación por el estado físico de dos de sus principales jugadores.
Los jugadores heredianos se aferran al invicto que mantienen en el Rosabal Cordero en este campeonato con un 90% de rendimiento, para convencerse de que podrán sacar la serie semifinal contra Puntarenas FC.
En Puntarenas montaron la fiesta y el carnaval y se pusieron el traje de favoritos con la victoria del miércoles ante Herediano, ante lo cual los florenses desafían a los porteños anunciando que se levantarán y ganaran la serie.
El gol anotado por Robert Arias al 29´, tras un certero cabezazo, auguraba que el Herediano mantenía la capacidad para obtener el triunfo en la díficl cancha del Lito Pérez, en el primer duelo de la semifinal, no obstante, esa esperanza se rompió con un despertar fugaz que tuvo el Puntarenas FC en el complemento.
Debutó con el primer equipo del Club Sport Herediano en el año 1943 y con tan solo 19 años, se destacó rápidamente entre el resto de compañeros por su habilidad y capacidad de rematar con ambas piernas. Se trata Luciano Campos Rodríguez, mejor conocido como “Chano Campos” y en el fútbol colombiano como “La Bala Humana”, quien jugó con el equipo florense durante las décadas de los 40 y 50.
El 8 de Octubre de 1948, Chano anotó 2 goles contra el Deportivo Pereira en su debút, suficiente para quedarse en el equipo cafetero durante cuatro años.
