• Están abajo en la serie
Florenses contra las cuerdas. Foto: Gabriela Solano
El cuadro florense regresó ayer a los entrenamientos con el ánimo golpeado, por la dolorosa derrota en el Puerto y todavía sin explicaciones del por qué se cayeron en los minutos finales, que les costó un resultado de 3-1.
El vestuario lamentó los errores de bulto que cometieron y que los llevó a caer por goleada en el Lito Pérez.
“Manejamos el partido, pero en los últimos minutos cometimos errores que nos costaron el partido”, comentó el capitán Roberth Arias.
Mauricio Solís fue bastante criticó. “Dos descuidos al final y un gol por debajo de la barrera echaron al traste el buen trabajo que estábamos realizando. Son cosas inaceptables para nosotros, pero seguimos siendo un gran equipo”.
El timonel Salvador Ragusa mostró todo su enfado por la forma en la que su equipo cayó en la lona, en el juego de ida.
“En el tiro libre saltamos todos y hemos practicado 200 tiros libres. Un partido que hasta los 22 minutos era para golear, en los últimos minutos nos ganaron el partido”.
¿Le faltó carácter a su equipo? “Las intimidades las habló en el camerino, con los muchachos”, se limitó a decir al timonel.
Mismo discurso
Luego de la práctica, los jugadores heredianos adoptaron el discurso que se emplea cuando se viene de una derrota que afectó en lo anímico al equipo y cuando las posibilidades de levantarse se reducen al mínimo.
“Esto no ha terminado, vamos a jugar en casa, donde vamos a jugar de otra manera. Es arriesgar para buscar ganar por dos goles y que no nos anoten”, puntualizó el zaguero Roberth Arias.
Solís opinó lo mismo y considera que Herediano tiene planilla para reponerse de una diferencia de dos goles. “La serie está complicada, pero nosotros tenemos equipo para lograrlo”, señaló.
El experimentado defensor sostuvo que “tenemos buen equipo y lo demostramos hasta el minuto 30 del segundo tiempo”.
Félix Montoya argumentó que la derrota se dio por la ambición de su equipo por ir a buscar el empate, cuando el marcador reflejaba el 2-1. Pero, encajaron un gol más que puede ser definitorio.
“Nos fuimos en busca del empate y eso nos costó cometer errores que al final nos costaron un resultado que no queríamos, porque la mentalidad era sacar un resultado positivo”.
El contención recordó que en el Rosabal Cordero siguen invictos y que pueden darle vuelta a la serie y disputar por segunda ocasión consecutiva una final.
“En casa nosotros somos fuertes y ellos (porteños) disfrutaron el miércoles y nosotros lo haremos el domingo”.
Cristian Blanco, en tanto, no fue de muchas palabras y afirmó: “Quedan 90 minutos, es lo que puedo decir”.
El choque de vuelta se disputará el domingo a las 4 de la tarde en el Rosabal Cordero. La pizarra proyecta un 3-1 a favor de los porteños, por lo que el Team está obligado a ganar por una diferencia de dos goles para clasificar a la final.
Habló de más
Luego del partido en Puntarenas el técnico Salvador Ragusa perdió la compostura que había mostrado hasta entonces. Subió el tono en las declaraciones y no fue la persona crítica que solía ser.
La derrota 3-1 le afectó más de la cuenta y por primera vez se peleó con la prensa presente en la Olla Mágica.
“Vamos a pasar, quédense tranquilos. Vamos a pasar, se los digo a como me llamo Ragusa”, fueron las palabras del DT y se subió al bus.
El domingo se sabrá si Ragusa tiene la fórmula para levantar el ánimo del equipo y cumplir con la promesa que hizo. O más que una promesa, el reto que planteó el estratega. Solo que no jugará solo, enfrente tendrá un equipo motivado e inspirado, que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar.
La obligación de estar en la final es de Herediano, no sé Puntarenas.
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